Cada una de nosotras tiene una fragancia ideal, que nos gusta más. Pero realmente es díficil elegir con tanta variedad ¿verdad? Cuantas veces os ha pasado que viene alguien perfumado, te gusta el aroma, le preguntas y sorpresa es una colonia que no te gusta nada. Pero claro, no todos los aromas huelen igual, en distinta piel.
Las colonias, desvelan el carácter, la personalidad, incluso las emociones. Hay olores florales, frutales, amaderados, especiados, …. etc. Como hay tanta variedad lo ideal es seguir estos pasos para elegir el adecuado.
- Elegir el perfume según la personalidad.
- Probar el perfume.
- Perfumarse con moderación.
- Conservar bien el perfume.
¿Cómo elegir tu aroma ideal? Primero pruébalo, en las zonas donde se toma el pulso, el cuello y la muñeca y espera media hora. Pasado el tiempo, descubrirás la verdadera personalidad del perfume y sabrás si te gusta o no, el aroma que deja en tu piel.
Nunca pruebes el perfume ni en el dorso ni en la palma de la mano. Tampoco cuando hay joyas cerca, puesto que los metales acidifican el olor.
Para entender un poco más sobre los perfumes, es imprescindible conocer las tres partes de las que se compone toda fragancia.
- Perfumes de salida: son aquellos que se evaporan rápidamente, son aromas frescos y volátiles, con notas cítricas, como la naranja, limón o mandarina.
- Perfumes de corazón: son aquellos que al cabo de diez minutos nos permiten saber si es floral, seco o dulce. Por regla general suelen contener, rosa, jazmín, vainilla… etc.
- Perfumes de fondo: son los aromas más intensos, que fijan el perfume, como el ámbar, el sándalo, canela, jengibre, incienso… etc.
Se dice que el perfume es un artículo de seducción y que nos lo ponemos allí donde queremos que nos besen. Para que haga ese efecto, perfúmate en: cuello, nuca, escote, muñecas y detrás de la oreja. También puedes perfumar la ropa que llevas, para obtener una estela delicada. Dos o tres pulverizaciones son suficientes para oler bien el resto del día.
Para conservar el perfume de manera adecuada, no debe haber variaciones de luz, calor, ni temperatura. Procura siempre cerrarlo bien, ya que de no ser así, con el mismo aire puede hacer variar tanto el olor como el color del mismo. Un perfume bien conservado suele durar de 2 a 5 años. Si tiene más tiempo y el perfume no se ha abierto, puede tener el mismo olor, pero tal vez el color haya cambiado.
Así que la próxima vez que entréis en una perfumería, no os probéis un montón de fragancias, ya que así no sabréis bien, cual os sienta mejor y os gusta más.